Calendario Litúrgico

Los tiempos litúrgicos de la Iglesia siguen un calendario litúrgico universal. El orden del año es el siguiente:


Adviento

El Adviento marca el inicio del calendario litúrgico. Consta de los cuatro domingos previos a la Navidad.


Navidad

En la Iglesia católica, la Navidad es más que un día: es un tiempo litúrgico que comienza en la Nochebuena (24 de diciembre), continúa con la Epifanía e incluye la Solemnidad de María, Madre de Dios. La Navidad concluye con el Bautismo del Señor en enero.


Cuaresma

Los cuarenta días de Cuaresma recuerdan los cuarenta días de Jesús en el desierto. La Cuaresma es un tiempo de arrepentimiento y renovación en solidaridad con quienes se preparan para recibir los Sacramentos de Iniciación Cristiana en Pascua. Comienza el Miércoles de Ceniza y continúa hasta la Misa de la Cena del Señor el Jueves Santo.


Triduo (o Semana Santa)

El Triduo Pascual comprende los tres días más importantes del año litúrgico: el Jueves Santo (que conmemora la Última Cena), el Viernes Santo (que conmemora la crucifixión y muerte de Jesús en la cruz) y el Sábado Santo (en el que la Iglesia guarda silencio para conmemorar la sepultura del Señor). La Vigilia Pascual se celebra la noche del Sábado Santo, cuando los nuevos miembros de la fe reciben los Sacramentos de Iniciación y son recibidos en la Iglesia.


Pascua de Resurrección

¡Aleluya! ¡Ha resucitado! La Pascua celebra la resurrección de Cristo, su victoria sobre la muerte. La Ascensión de Cristo al cielo se celebra el séptimo domingo después de Pascua. El tiempo pascual concluye en Pentecostés, cuando Jesús envía al Espíritu Santo sobre los apóstoles para difundir el Evangelio a todas las naciones.


Tiempo ordinario

El Tiempo Ordinario explora la misión y el mensaje de Cristo a través de los Evangelios. Este tiempo incluye el Domingo de la Santísima Trinidad (que celebra la revelación de Dios como Trinidad de Personas) y la Solemnidad del Corpus Christi (que celebra el Cuerpo y la Sangre de Jesús en la Eucaristía). El Tiempo Ordinario concluye con la Solemnidad de Cristo Rey, que pone fin al año litúrgico.


Durante el año, además de la misa dominical, la Iglesia también celebra solemnidades, fiestas y conmemoraciones que pueden tener lugar cualquier día de la semana. Estas celebraciones conmemoran acontecimientos o personas especiales muy veneradas por la Iglesia Católica.