18 de marzo de 2020
Hermanos y hermanas, que la paz y la gracia de nuestro Señor Jesucristo este con todos ustedes.
Esta noche nos enteramos de la decisión de suspender todas las misas entre semana y domingo, así como todas las liturgias públicas para combatir la propagación del Coronavirus. Esta medida drástica es una respuesta al llamado a salvar vidas, especialmente de los ancianos y aquellos cuya salud es vulnerable. Esta decisión está en línea con lo que los CDC y nuestros líderes gubernamentales nos piden, a saber, limitar todas las reuniones a no más de 10 personas y practicar el "distanciamiento social" (mantenerse a una distancia de cuatro a seis pies de los demás).
Sé que el Cardenal DiNardo nos está guiando con gran amor y profunda preocupación por cada uno de nosotros. Si bien todos tenemos nuestras opiniones y preferencias, concentrémonos en confiar en nuestro Pastor y seguir su ejemplo mientras nos alienta a seguir completamente las directivas de las autoridades.
Todas las liturgias públicas se suspenden hasta nuevo aviso. Esto incluye: misas entre semana y domingo, adoración, estaciones de la cruz o Vía Crucis, todos los servicios peniténciales, misas de bodas y quince años, misas funerales. Consulte la Carta del Cardenal para obtener más información.
Tendremos la Iglesia abierta todos los días de 10 a.8:00 pm para oración individual. Pedimos que mantenga su distancia uno con el otro y que traten de sentarse lo más lejos que se pueda.
Las confesiones se celebrarán en los horarios regulares y estoy trabajando de una manera que mantendrá el distanciamiento social mientras esperas en la fila.
También estoy trabajando con nuestro personal para establecer un horario y transmitir en vivo la Misa dominical para aquellos que quieran unirse. Los sacerdotes celebraran en privado Misa diaria para el pueblo de Dios, nuestros feligreses, y para que se encuentre rápido la cura del virus y por aquellos que están enfermos.
La Sagrada Comunión no se ofrecerá en este momento, excepto como el Viático a los moribundos. Este es un gran sacrificio para todos nosotros y oro para que renueve el hambre espiritual en nosotros por nuestro Señor en la Eucaristía. Recordemos que podemos recibir la COMUNIÓN ESPIRITUAL, al desear recibirlo en el momento de la Comunión cuando no podemos recibirlo físicamente.
Me pondré en contacto con aquellos con bodas y quince años. (Misas programadas.) Puede posponerlas si lo desea, pero no celebraremos misa públicamente ni tendremos más de diez personas, incluido el clero presente.
¡Jesús, nuestro Salvador y Redentor, en Ti Confiamos! ¡María Salud de los enfermos Ruega por nosotros!
Oremos los unos por los otros.
Padre Oscar Dubón, Pastor